Conversamos con Francisca Vera, la primera titulada de la carrera de Administración de Negocios de la Industria del Vino de la Sede de Viña del Mar, y en esta edición nos retrató su vida una vez finalizados sus estudios superiores en Culinary.
Francisca es una persona que gusta de hacer cosas y que se caracteriza por estar haciendo más de una actividad a la vez. “Siempre estoy inventado que hacer, me considero amante de los viajes, y me gusta conocer lugares, gente e historias nuevas en las partes que he tenido la posibilidad de estar”.
Su cariño por el vino se forjó desde pequeña. Conoció las bodegas del brebaje a temprana edad, precisamente en el trabajo de su padre. “Fue ahí donde obtuve mis primeros conocimientos de la industria, y desde esa vez, le dije a mi familia que “cuando sea grande” quiero hacer vino”.
Hace seis meses, la joven ex alumna se encuentra trabajando en Viña Cousiño Macul, viña chilena con gran historia en nuestro país y que fue fundada durante el siglo XIX. “Empecé en la época de vendimia, donde estuve trabajando con enólogos chilenos y extranjeros durante tres meses”. Fue en ese lugar donde la joven profesional de la carrera del vino, vio todo lo relacionado con el proceso de recepción de uvas, vinificación, control de fermentación, degustaciones y operaciones propias de la vendimia.
“Me ofrecieron quedarme en la viña y aquí estoy, en la oficina de enología, viendo todo lo relacionado con el área de gestión, logística, control de inventarios, proveedores y compras para las bodegas”.
Una opción no tradicional
Las vivencias desde pequeña, hicieron de Francisca elegir una carrera profesional no tradicional. “Quería estudiar enología, pero con un matiz nuevo y diferente. Cuando supe de la carrera y conocí la malla me di cuenta que era lo que buscaba, y decidí entrar a Culinary”.
“Cuando comienzas a estudiar una carrera como esta, lo primero que sabes es que será entretenida. Es una mezcla de cosas que va desde el enfoque de los negocios, el marketing vitivinícola, destacando el aprendizaje desde la vida en el viñedo; hasta, descorchar una botella y venderla”.
Su paso por la institución lo define de forma enriquecedora, y con júbilo recuerda que “durante los años que estudié en Culinary, me llené de información, conocimientos, aprendizajes, experiencias, amigos y gente increíble con las que compartí mientras estudiaba”.
Sus experiencias previas al mundo laboral
Francisca define sus prácticas profesionales como algo realmente bueno y que le sirvieron para conocer las herramientas necesarias a tener en cuenta al momento de dar el salto hacia el mercado laboral.
Su primera experiencia fue en Viña Santa Cruz del Valle de Colchagua, donde tuvo la posibilidad de conocer las áreas de bodega, proceso de elaboración, evolución y cuidado del vino”. El segundo reto fue en la tienda de la Vinoteca, en el área de ventas y etiquetas.
Para su última gran experiencia cruzó la frontera y viajó rumbo a Mendoza, a una de las bodegas familiares más importantes de Argentina, Familia Zuccardi. “Me desarrollé en el área del enoturismo, donde estuve a cargo de realizar tours a grupos de personas en diferentes idiomas, ventas de vino, cursos de cata, degustaciones y eventos para empresas”.
Una última reflexión
Francisca para finalizar esta entrevista, nos compartió una reflexión que quiso retratar con nosotros. “A pesar de ser una carrera no tan conocida, posee potencial y mucho campo laboral. No existe una carrera similar que complemente la parte técnica que parte desde la elaboración del vino hasta la comercialización, te permiten poder trabajar en áreas que hay mucho por desarrollar en nuestra industria vitivinícola chilena.