11 alumnos de Culinary, aceptaron el desafío de utilizar sus vacaciones de invierno para vivir esta experiencia única en Estados Unidos, quienes se reunieron a un grupo de 19 estudiantes de diversos países, entre los que estaban Brasil, Tailandia, China, España, Perú e India.
Chicago es la tercera ciudad más grande de los Estados Unidos. Una ciudad que fue arrasada por un incendio en el año 1871, y que tuvo que ser reconstruida desde las cenizas, una ciudad que desde sus inicios recibió el influjo de inmigrantes desde países como Alemania, Polonia, Irlanda, Suecia, Noruega, Grecia, y por supuesto actualmente de latino americanos y asiáticos. Esto ha generado una ciudad con una personalidad única, con un espíritu de innovación y emprendimiento destacable, y con una cultura muy rica.
Fue en este escenario que durante estas vacaciones de invierno (verano en el hemisferio norte) se llevó a cabo el taller de verano llamado: “Business in the USA”, desarrollado por el prestigioso Kendall College. Esta escuela es considerada una de las top 5 en los Estados Unidos en el área de los servicios, la hospitalidad y las artes culinarias. Por otra parte, es una institución con una creciente Escuela de Negocios, y que ha enfocado su formación en el emprendimiento, desarrollando incluso una incubadora de negocios propia.
El año 2016, iniciamos como Culinary una relación de colaboración con Kendall, con el objetivo de desarrollar cursos para nuestros alumnos, que permitiesen un desarrollo más allá de nuestras aulas, con una experiencia única, al poder vivir y experimentar un programa de estudios en el extranjero, e inmersos en la vida universitaria norteamericana. Por otra parte, potenciando dos de nuestros focos institucionales, como son la internacionalización y manejo de idiomas, y el emprendimiento.
Felipe Wilson, Vicerrector Académico de Culinary, comentó al respecto que, “esta oportunidad es muy importante para nuestra Institución, pues abre posibilidades de futuras alianzas, y por otra parte es un nuevo impulso a la internacionalización del Instituto. Por el lado académico, es una oportunidad única para los alumnos de conocer la cultura norteamericana en relación al emprendimiento, y desarrollar capacidades que luego les serán muy útiles al momento del egreso”.
Es así como 11 alumnos de Culinary, 3 de la sede de Viña del Mar, y 8 de Santiago, aceptaron el desafío de utilizar sus vacaciones para vivir esta experiencia. Ellos se unieron a un grupo de 19 estudiantes de diversos países, entre los que estaban Brasil, Tailandia, China, España, Perú, Corea e India.
El curso se inició el domingo 9 de julio, ocasión en que todos los alumnos pudieron conocerse, y en donde se les encargó la primera misión: conformar lo que serían los equipos de trabajo que tendrían el desafío de diseñar un emprendimiento en 2 semanas. Proyecto que requeriría de arduo trabajo, investigación de mercado, entrevistas, y por supuesto trabajo en equipo entre distintas culturas. Una de las condiciones para la conformación de los grupos: cada uno debía tener al menos 3 nacionalidades presentes. Luego de esta primera instancia, los alumnos tuvieron la posibilidad de recorrer Chicago, visitando sus playas, el famoso Navy Pier, museos, restaurantes, y a su vez disfrutar del festival “A Taste of Chicago”, una multitudinaria feria que muestra la cultura gastronómica de la ciudad.
El lunes 10 de julio comenzaron las clases y jornadas de trabajo. En una de las salas de Kendall College, todos los alumnos se reunieron para empezar con la rutina que se daría durante las dos semanas. En la mañana se comenzó con clases teóricas dictadas por los profesores Rob Watson y Hans Güelich, para introducir a los alumnos al mundo del emprendimiento, y al uso del modelo Canvas. Este modelo permite desarrollar modelos de negocios que consideran todos los distintos elementos que conforman un emprendimiento exitoso. Ese día también se presentó el programa de las dos semanas, incluyendo las salidas a terreno y actividades extra programáticas.
Nuestros alumnos, ya divididos en 5 grupos, comenzaron desde el primer día con el proceso de “ideation” (creación de ideas), y a desarrollar su proyecto.
Las salidas a terreno fueron uno de los aspectos atractivos del taller. Las salidas fueron planificadas para poder mostrar distintos aspectos del emprendimiento, pasando por la creatividad, la innovación, la responsabilidad social, el trabajo en equipo y de voluntariado, y el emprendimiento sustentable. Es así como los alumnos pudieron visitar las oficinas de Google en Chicago, donde tuvieron una excelente charla sobre innovación, el museo de diseño de Chicago (creatividad), pudieron tener una mañana de jardinería y colaboración con los vecinos en “Gardeneers Chicago”, conocer una sandwichería sustentable, que maneja solo productos orgánicos de primera calidad, y la personalización y cuidado por el cliente en el Hotel Kimpton Chicago. Finalmente, tuvieron la posibilidad de visitar Toms shoes de Chicago. En esa oportunidad pudieron ver como una empresa puede ser, al mismo tiempo, rentable y con un foco social. Todas estas visitas fueron guiadas por la profesora Valerie Beck, emprendedora y egresada de Harvard Law School.
Todo esto se complementó con distintas visitas que tuvieron durante las sesiones de trabajo. Es así como los alumnos pudieron aprender del manejo de Redes Sociales, tuvieron una interesante charla sobre las tendencias en la industria alimenticia, a cargo de uno de los socios senior de la consultora AT Kearney, y recibir a varios emprendedores de Chicago en un entretenido evento que mezcló arte, charlas, un cocktail y amenas conversaciones.
A medida que pasaron los días, los alumnos pudieron ir ajustando y potenciando sus proyectos. Los profesores titulares, además de un grupo de coordinadores, fueron entregando feedback y guiando a los alumnos. Estos avances se veían reflejados también en los “Envelope Drop”, instancia en que los alumnos recibían feedback de los inversionistas (el equipo académico), y premios o sanciones por su desempeño y trabajo.
Por otra parte, el trabajo codo a codo con sus pares extranjeros, creó importantes lazos de amistad, que se vieron reflejados en salidas a restaurantes, bares, museos, parques, y visitas a los distintos atractivos de la ciudad, como la Torre Willis (uno de los rascacielos más altos del mundo), el zoológico, el Museo de Arte, las playas con que cuenta la ciudad, el Museo de Ciencias, el festival “A Taste of Chicago”, el ciclo de cine en el parque y un sinfín de actividades que la ciudad ofrece en el verano.
Tal vez uno de los momentos culmines de la semana fue el momento de hacer investigación de mercado a fin de validar los proyectos, o hacer modificaciones a los mismos. Los alumnos tuvieron que esforzarse y extremar recursos para hacer encuestas online, entrevistas con CEOs, gerentes de hoteles, personas de áreas técnicas específicas, emprendedores y gente de la ciudad. Esto sin duda fue una prueba que puso bajo presión a los equipos, pero que terminó sacando lo mejor de todos, en una colaboración muy importante.
Durante la segunda semana de trabajo la presión y el cansancio se hicieron presentes. La cercanía de la presentación final (o “pitch” en la jerga emprendedora), así como la necesidad de hacer ajustes a sus proyectos generaron roces en los equipos, y pusieron a prueba las capacidades de trabajo en equipo, de respeto a las ideas y de aceptar la multiculturalidad de los integrantes. Con gran esfuerzo, los equipos pudieron sacar adelante sus ideas y preparar lo que sería su prueba de fuego.
El viernes 21 de julio reinaba un gran nerviosismo, pues todos presentarían sus proyectos, en inglés, a un grupo de 6 inversionistas. Los equipos debían explicar sus proyectos, su target de clientes, sus modelos de negocios y sus equipos, para convencer así a los inversionistas de la viabilidad de los emprendimientos, y de la potencia de su argumentación e investigación.
Nuestros alumnos, en sus respectivos equipos, tuvieron una destacada participación. Todos sin excepción presentaron de manera seria, profesional y con gran convicción en sus proyectos. El inglés no fue un obstáculo, sino un desafío que generó aún mayor motivación para hacer el mejor esfuerzo. Es así como luego de las rondas de presentaciones y preguntas, los inversionistas mencionaron su impresión y grata sorpresa por la calidad de los proyectos, por la preparación de los alumnos, y por haber logrado resultados tan interesantes en solo dos semanas.
Luego, los inversionistas, en conjunto con el equipo de coordinadores y profesores, se reunieron para deliberar y nominar a los tres equipos ganadores. Se premiaron la cultura de equipo, el mejor concepto, y finalmente la mejor presentación general. Finalmente, el premio de mejor cultura de equipo recayó en el proyecto “Clothvenient”, integrado, entre otras, por nuestras alumnas Constanza Riveros y Magdalena Méndez, ambas estudiantes de Administración de Empresas Hoteleras y Servicios de la Sede de Viña del Mar. El premio al mejor concepto de negocios recayó en “Projects 4 a Reason”, un proyecto de RSE para pequeñas y medianas empresas. En ese grupo participaron los alumnos Francisca Rodríguez, Domingo Garibaldi y Jorge Devia, de Administración de Artes Culinarias y Servicios, y Constanza Wehner, de Administración de Empresas Hoteleras y Servicios. Finalmente, el premio a la mejor presentación recayó en “Who Cares”, grupo que desarrolló una aplicación para guiar a las personas, a través de un avatar y “gameification” (el concepto de hacer una aplicación que incluya elementos de juego y acumulación de puntos, por ejemplo) para llevar una vida más saludable. Este equipo contó con la participación de Antonia Molinare, alumna de Artes Culinarias de Santiago.
El curso finalizó con una celebración, donde los alumnos pudieron compartir con todos los otros participantes, y recordar los momentos vividos, en una experiencia que sin duda no olvidarán.
Como reflexión final del curso, el Vicerrector Académico comenta: que, “realmente fue una experiencia enriquecedora en todo sentido. Desde mi punto de vista puedo destacar la participación de nuestros alumnos, quienes en todo momento demostraron un profesionalismo ejemplar, y además se insertaron a la par con alumnos que venían de carreras directamente relacionadas a los negocios y otras áreas. Nuestros estudiantes demostraron una capacidad de trabajo destacable, además de creatividad, innovación y disposición. Finalmente, fue una excelente instancia, en lo personal, para conocer y compartir con este grupo de alumnos, escuchando sus opiniones y experiencias personales”.
Los alumnos comparten esta opinión. Domingo Garibaldi, estudiante de 3er año de Artes Culinarias, comentó sobre la experiencia: “¡Probablemente las dos semanas más intensas que he tenido… el programa fue increíble, no paramos! Descansar no era muy común. Tengo que destacar la calidad de los profesores, las instalaciones y de cómo estuvo armado el programa en general. Lo pasé increíble, aprendí muchísimo y conocí gente de otros países con mis mismos intereses. ¡Estas dos semanas no se me van a olvidar pronto! Honestamente, para los que estén interesados en ir el próximo año a Kendall, ¡vayan!”.
Por su parte, Antonia Molinare, de la carrera de AACS de Santiago, concuerda con lo valioso de la experiencia, agregando: “Con un equipo de profesores inigualable y un grupo de personas inolvidable. Compartir y trabajar con gente nueva, de distintas cultura y países no es algo que se ve todos los días, es por eso que los invito a todos a ser parte de esta increíble experiencia”.