Fiesta de la Vendimia en Casablanca: Un placer a los sentidos

Fiesta de la Vendimia en Casablanca: Un placer a los sentidos

Por Marcelo Beltrand Opazo, alumno de Administración de Negocios del Vino sede Viña del Mar

La vendimia es una fiesta que celebra la cosecha de la uva vinífera. Es un símbolo de alegría, un puente entre los dioses y el hombre decían los romanos. Así de importante es la vendimia. Por lo mismo, celebrarla en la región es un hecho relevante en lo cultural y en lo económico, sobre todo, siendo Casablanca – Valparaíso una de las diez capitales mundiales del vino.

Es por esto, que este año Casablanca ha celebrado en grande y ha hecho de la vendimia una gran fiesta, reuniendo en la Plaza, a una quincena de viñedos, además de numerosos pequeños productores de artesanía y gastronomía local, con una organización impecable, esmerada, en un clima de grato paseo familiar. Apostando por el posicionamiento internacional, con la presencia de treinta embajadas invitadas.

Y de todos los vinos que había para degustar, hoy quisiera destacar dos Chardonnay, cepa originaria de la región de Borgoña, en el este de Francia y que se desarrolla en forma extraordinaria en el Valle de Casablanca. Estos vinos se distinguen por el cuerpo, sus aromas intensos afrutados y una equilibrada acidez. Con notas a plátano, papaya, mango y si tiene barrica, notas lácticas y a fruto seco.

El primer Chardonnay que quiero recomendar es de la Viña Casa Roca del año 2015. De una amarillo dorado con tonos ámbar, brillante. En nariz, sorprenderán los aromas a plátano, mango y miel, y si nos detenemos con tranquilidad, muy atrás, algo de canela y por supuesto, esas notas lácticas que se agregan a la cepa producto de la fermentación maloláctica. En boca, es suave, untuoso, equilibrado y con mucha fruta, con una larga permanencia al beberlo, quedando la presencia del plátano y la miel, delicioso.

El segundo Chardonnay, es de la Viña Indómita, también del año 2015, de la línea Duette, este Premium es de un amarillo dorado intenso, brillante. En nariz, primero, la nota láctica, casi mantequilla, producto de 10 meses en barrica de roble francés, y sin embargo, es fresco y cítrico, algo que no siempre se encuentra en un Chardonnay, y si movemos la copa, comienzan a salir aromas a pera y algo de mandarina, melón y unas notas a frutos secos que le dan equilibrio a todos los demás aromas. En boca, es delicado y fresco, con un retrogusto que mantiene el sabor a la pera que sentimos en nariz, con un final que demora en terminar.

Dos Chardonnay del Valle de Casablanca excepcionales, para disfrutar en tiempos de Vendimia.

 

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